Los albaceteños todavía tienen oportunidad de lograr la permanencia en LEB Oro.
El jugador de Melilla Samu Rodríguez sentencia el partido a triples en el último cuarto.
Llegó el día. La final por la permanencia en LEB Oro obligó al Bueno Arenas Albacete Basket y a Melilla Sport Capital a sacar todas sus armas a relucir. Penúltimo partido en casa para los manchegos en un día especial para todas las familias y todas las mamás. En la ida el Bueno Arenas logró la victoria por 9 puntos frente a los melillenses. Con las cartas sobre la mesa, las oportunidades para continuar en la segunda división nacional, la tabla coloca a Albacete a dos victorias y a Melilla a tres victorias de la salvación. La tensión y nervios provocados por la importancia de los 40 minutos erizó la piel de alguno de los presentes cuando el balón se lanzó al aire y el pitido inicial sonó.
La presión caló en los jugadores de David Varela los primeros minutos tras recibir dos triples seguidos de Melilla. Varias acciones desafortunadas y el acierto exterior de Melilla lanzaron al visitante en el marcador. Mientras tanto, Albacete se mantuvo en partido gracias a los tiros libres. La segunda falta personal de jugador de Melilla Davis frenó al rival. La seguridad en el rebote defensivo y dos triples de Gerard Blat junto con un tiro de tres de Ioannis Dimakopoulos dieron la vuelta al marcador al final del primer cuarto con un 23 a 22, despertando el rugir del pabellón del parque.
La igualdad de infarto esperada de una final como la que se vivió en el parque llegó en el segundo cuarto. Un marcador que bailaba al son de las canastas sin un director de orquesta claro. El nivel defensivo de los albaceteños llevo a tiros forzados a los melillenses con la vuelta de Davis sobre la pista. El Bueno Arenas Albacete Basket demostró ser un equipo sobre la cancha donde cada jugador puede anotar, hasta el griego Ioannis se animó a lanzar desde línea de tres anotando. La primera parte dejó una remontada albaceteña y un resultado de 38 a 39 al descanso.
Sin uñas y con nervios recibió la afición del parque la segunda parte. Diez minutos donde Melilla entró rápidamente en bonus debido a la dureza que presentaron en defensa. Alto nivel de contacto y elevado número de faltas personales. Los equipos sabían lo que estaba en juego. Este tercer cuarto tuvo nombre y apellidos los últimos minutos y es Ioannis Dimakopoulos. El griego anotó un triple, palmeó un balón que acabó en canasta y se mantuvo seguro en el rebote para llevar al equipo al último cuarto 60 a 58 para Albacete.
Samu Rodríguez castigó a los albaceteños desde la línea de tres puntos. El ex jugador de Albacete y jugador de Melilla marcó una brecha en el marcador con un 71 a 77 a falta de 4 minutos para el final del partido. El acercamiento de los verdinegros era castigado por triples del rival mientras que a Bueno Arenas no le salieron las cosas. Varias canastas seguidas a falta de un minuto dieron vida al local poniéndose a 5 puntos. Sin embargo, el cansancio y la falta de comunicación en ayudas defensivas puso muy difícil recuperar los puntos. Melilla llegó al final del partido con una ventaja de 6 puntos, logrando la victoria 84 a 90.
Una victoria que sabe amarga a los aficionados de Albacete. Todavía quedan dos partidos de liga y oportunidades de permanecer la temporada que viene en LEB Oro.